El aire convencional que se utiliza normalmente para inflar los neumáticos cuenta con una desventaja natural: la humedad.
Ésta es la responsable de que, durante el verano, y expuestos a altas temperaturas, aumente la presión de los neumáticos. Y durante el invierno, cuando llevemos un tiempo sin usar el coche, disminuya la presión de nuevo.
Con el inflado de los neumáticos con nitrógeno las ventajas son:
- Mantiene la presión de los neumáticos durante más tiempo y de forma más estable.
- No les afectan las altas temperaturas ni sus cambios bruscos.
- Mejora el comportamiento de los neumáticos.
- Mejora el agarre porque estabiliza las presiones.
- Favorece al ahorro de combustible.
- Emite menos CO2.
- Cuida más el medio ambiente.
- Es compatible con cualquier neumático.